Y aquí estoy. Bajo la maldita lluvia de la que advierte el dicho “en abril, aguas mil”, con un paraguas que fácilmente llegará a doblarme la edad (lo robé vilmente del paragüero de mi abuela) y con demasiadas cosas en la cabeza como para querer irme a casa. Me apetece estar sola un rato. Pasear escuchando canciones de El diario Bridget Jones y que nadie me pregunte qué me pasa, porque no pienso responder. Antes de ir al kiosco a buscar mis revistas, voy a pasear un rato. Paso las canciones divertidas de Bridget porque creo que ahora mismo me vienen mejor las lentas.
Entonces, la veo. En un escaparate, en la misma calle que el kiosco. Hay una preciosa falda azul marino, de cintura y con algo de vuelo. Voy a la tienda derecha. Parece que la dependienta me va a atender como atendían a Julia Roberts en Pretty Woman, ¿tan mal aspecto llevo?
- Disculpa, ¿puedo ayudarte? – al menos no se le ha ocurrido tratarme de usted.
- QUIERO ESA FALDA – digo, con un tono mucho más exigente y alto de lo que pretendía. No, si encima quedaré yo como la borde.
- Es una 38. Creo que te valdrá, ¿quieres pasara a probártela?
- No, quiero pagarla e irme a mi casa a llorar porque mi novio me ha dejado antes de que pudiera dejarle yo a él.
La dependienta se queda perpleja. Parece que está a punto de decirme algo como “Tenemos unas blusas que combinan estupendamente con esa falda y vienen genial para casos como el tuyo. Ya sabes, consumismo compulsivo ocasional”.
- Eh… está bien, son quince euros. Puedes cambiarla si no te convence, no te preocupes.
¿Preocupada yo? ¿Acaso lo parezco? Ocúpate de quitarle la alarma a la maldita falda y de meterla en una bolsa.
Le dedico una breve (y falsa) sonrisa a la dependienta, que me tiende la bolsa con una mano mientras coge el dinero con la otra. Salgo de la tienda sin decir ni adiós y me compro las revistas en el kiosco, el helado en el chino y, ya de paso, cambio a las canciones alegres de Bridget.
Y lo que viene ahora no es para perdérselo. Lo contaré rapidito para quitarle dramatismo: llego a casa con los zapatos empapados, abro la puerta y ¡tachán! Empiezo a oír It’s raining men. No se me ocurre nada más genial que pegar pequeños brinquitos heidianos para cruzar el salón. Entonces sucede lo peor: me tuerzo un tobillo de mala manera, por no caer, me sujeto a una maldita lámpara de pie, las dos juntitas perdemos el equilibrio, noto un agudo dolor en la cabeza y…
Muero. Me veo desde fuera de mi cuerpo y veo a Lucifer acercarse a mi cadáver, despacio, como disfrutando el momento. Ya dije yo que alguien iba a morir hoy…
domingo, 18 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
13 comentarios:
tu blog se ve estupendamente desde mi movil... Creo q ya se lo q hare en clase:D
Noooooooo, Irina, no mueras!!! Todavia hay mucho helado q comer!
Jijiji quiero verlo desde tu movil! En chiquitiiiin =)
Pobre Irina, eh? XD
Qué gracia me ha hecho el final, cosas de psicokiller, supongo.
Creo que me habría gustado que Irina, justo después de comprar la falda hubiese tirado una piedra al cristal del escaparate de la tienda, justo en el lugar que ocupa la falda de exhibición.
Eso o no ser tan borde, porque si eres borde lo eres como dios manda.
Me voy, tengo la reunión de los lunes con Lucifer y compañía.
Oh, perfecto...ya te has cargado a la prota.
Muajajajaja!!
Escuece!!! Irina tiene arrebatos pero no como para tirar piedras a los escaparates O.O Me alegro de que ehaga gracia su... ejem, su muerte XD Ya me contarás que tal con Lucy ;)
Havok! No ha sido mi culpa, es que ella es una tooorrrpe (pronunciado despacio, arrastrando las letras a lo Malfoy).
espero que sea un sueño de resines
irina no puede morir tan feamente...
Esperando una nueva entrada...
Hummm...
Podría no ser el final de las aventurillas de Irina. Quizá una segunda (no) vida podría estar divertida.
Siga o no, Irina es una tía guay, al menos seguro que podría presentarse a un concurso post mortem de fallecimientos estúpidos.
Pronto habra una nueva entrada, Escuece =)
Violeeeeet! la verdad es que sí, seguro que quedaria por lo menos finalista. Seguro que hay alguien que le gana, pero su medalla de bronce no se la quita nadie XD
Cada vez me cae peor Irina
Ya pasó el día de cortesía hace muuucho muuucho tiempo
No estoy para escribir sobre Irina ahora XD Tengo otros temas en mente!
Ya lo he leído...
"No hace falta que metas a Irina en esto, si hay un problema, tendremos que solucionarlo, dejando a los niños aparte"
Publicar un comentario